Ditaly presenta un ingrediente esencial en la cocina italiana
Para Ditaly, la cocina italiana no se concibe sin queso. Fundido, curado o ahumado, este ingrediente está presente en muchas de las recetas más emblemáticas del país. Su versatilidad, su carácter y su capacidad para unir las distintas regiones de Italia lo convierten en un símbolo gastronómico nacional.
En el marco de la reciente celebración del Día Mundial del Queso, el pasado 26 de marzo, Ditaly decidió rendir homenaje a este producto con una propuesta especial que recorre la geografía italiana a través de sus quesos más representativos.
Un viaje sensorial desde Lazio hasta Cerdeña
El recorrido propuesto por Ditaly comienza en las regiones de Lazio y Cerdeña, hogar del Pecorino Romano. Este queso de oveja, de sabor salado e intenso, madura durante un año hasta alcanzar su perfil inconfundible. Forma parte de las tablas de salumería que la marca ofrece, acompañando embutidos tradicionales como la mortadella di Bologna, el guanciale y el salame napoli dolce, además de panecillos como grissini y tallari.
Junto al Pecorino, brilla el Tomino, procedente del Piamonte. Su textura cremosa y su suave aroma a nuez lo hacen ideal para fundirse en el paladar. Ambos quesos maridan a la perfección con los embutidos seleccionados por Ditaly, evocando una auténtica experiencia italiana.
Del norte al centro: quesos con historia
La ruta continúa hacia la Llanura Padana, donde se produce el reconocido Grana Padano. Este queso de textura granulada es uno de los más populares del país, con un sabor que se intensifica tras meses de maduración.
Desde Abruzzo llega la Scamorza ahumada, un queso semiblando similar a la mozzarella, pero con una personalidad más firme y profunda. Su origen, según cuenta la leyenda, se remonta a un accidente en la elaboración del caciocavallo. Hoy, su toque ahumado es un elemento esencial en las propuestas al horno de Ditaly.
También se incluye el Gorgonzola, el emblemático queso azul nacido en una localidad cercana a Milán. Su sabor, entre dulce y picante según el grado de maduración, es resultado de una práctica campesina destinada a aprovechar el exceso de leche. Hoy es uno de los quesos italianos con mayor prestigio internacional.
El sur aporta suavidad y cremosidad
La ruta quesera de Ditaly hace parada en Campania, región donde se produce la inconfundible mozzarella Fior di Latte. Esta variedad, elaborada con leche de vaca, es protagonista de las pizzas napolitanas y pastas gratinadas de la casa. Su textura suave y su delicado sabor la convierten en una base ideal para recetas como la pizza prosciutto cotto o el penne gratinate al pomodoro con pesto y embutido picante.
Más al sur, en Apulia, nace la stracciatella de burrata. De aspecto similar a la mozzarella por fuera, esconde en su interior una mezcla cremosa que enriquece platos como la pizza stracciatella di burrata y speck. En ella, el contraste entre la dulzura de los tomates cherry confitados y el ahumado del speck resulta irresistible.
Clásicos italianos que no pueden faltar
Otro de los imprescindibles en la carta de Ditaly es la ricotta, un queso fresco de textura granulada y sabor delicado, muy usado en el sur del país. Proveniente de Sicilia, este queso aporta una nota cremosa a creaciones como la pizza tutti formaggi o la pizza pesto e mortadella di Bologna.
Y para los amantes del queso fundido, la elección es clara: el Provolone. Este clásico del antipasto italiano se sirve en Ditaly al horno, en recetas que destacan por su sabor potente y textura envolvente. Algunas de sus versiones más apreciadas son el Provolone Gianni, con crema de ‘nduja calabresa y tomate confitado San Marzano, o el Provolone Giorgio, que incorpora crema de boletus, cebolla caramelizada y piñones.
Un cierre dulce con acento italiano
El homenaje al queso no estaría completo sin un toque final: la torta di formaggio al forno. Esta tarta casera de queso, suave y cremosa, representa el broche perfecto para una experiencia culinaria basada en el respeto al ingrediente estrella.
Con esta propuesta, Ditaly invita a descubrir la riqueza y diversidad del queso italiano, recorriendo el país a través de sabores auténticos. Su carta, cuidadosamente elaborada, es una celebración del horno como centro de creación gastronómica y del queso como alma de la tradición italiana.
