Jordi Morera destaca por su talento y experiencia
Jordi Morera, maestro panadero de La Espiga d’Or, ha sido reconocido entre los 50 mejores panaderos de España. Este prestigioso reconocimiento, organizado por Panátics y Pan de Calidad, destaca el talento y la excelencia en la panadería artesanal a nivel nacional. La distinción premia a aquellos profesionales que han logrado sobresalir tanto en la preservación de técnicas tradicionales como en la innovación dentro del sector.
Reconocimiento a la calidad artesanal
El galardón, que forma parte de una evolución de la famosa Ruta Española del Buen Pan, ha reducido este año el número de panaderos premiados, pasando de 100 a 50, con el objetivo de dar mayor relevancia a la calidad en lugar de la cantidad. Los panaderos seleccionados representan lo mejor del sector en España, y el certamen ha puesto un fuerte énfasis en reconocer a aquellos que han demostrado un dominio excepcional en la creación de panes artesanos.
La competición se llevó a cabo en cuatro convocatorias regionales a lo largo de diferentes puntos del país. Cada uno de los participantes presentó dos panes redondos iguales, elaborados principalmente con harina de trigo común, aunque se permitió utilizar hasta un 10% de harina de centeno. Este formato de presentación permitió a los jueces valorar con precisión el nivel de habilidad y consistencia de los panaderos.
Evaluación rigurosa por expertos del sector
El proceso de evaluación fue extremadamente meticuloso. Los panes fueron juzgados por un comité de expertos altamente cualificados, entre ellos figuras destacadas como Eduardo Úbeda, María José San Román, Manuel Flecha, Florindo Fierro, Pedro Fábrega y Carlos Martín. Cada uno de ellos evaluó los productos bajo varios criterios, incluyendo la imagen visual, la forma, la greña, el nivel de cocción, la crujencia, el aroma, el sabor y la estructura en boca. Para asegurar la transparencia del proceso, las puntuaciones se recogieron en presencia de un notario.
Esta evaluación rigurosa permitió identificar a los panaderos que verdaderamente sobresalieron, no solo por la apariencia de sus panes, sino por su sabor y la experiencia sensorial que ofrecían. Jordi Morera se destacó entre los mejores, consolidando su estatus como uno de los principales representantes de la panadería artesanal en España.
Un legado de tradición y excelencia
Jordi Morera es la quinta generación al frente de La Espiga d’Or, una panadería familiar ubicada en Vilanova i la Geltrú, que se ha convertido en un referente de la panadería artesanal no solo en la región del Garraf, sino en toda España. La dedicación de la familia Morera a este arte ha llevado a su negocio a convertirse en un símbolo de calidad y tradición.
A lo largo de los años, Jordi ha recibido diversos reconocimientos importantes. En 2017, fue galardonado con el prestigioso título de World Baker por la UIBC (Unión Internacional de Panaderos y Pasteleros), un reconocimiento que lo situó entre los mejores panaderos del mundo. Además, ha continuado innovando en su campo, lanzando el proyecto «Mas Torrat – cerrando el círculo», una iniciativa que busca cerrar el ciclo de producción de su propio trigo.
Innovación con historia
El proyecto «Mas Torrat» tiene como objetivo producir toda la harina que utiliza en La Espiga d’Or mediante agricultura regenerativa, una práctica que busca restaurar los ecosistemas agrícolas. Además, Morera cultiva cinco variedades de trigo antiguo, algunas de las cuales tienen más de 14.000 años de historia. Este enfoque no solo resalta el compromiso de Morera con la calidad y la sostenibilidad, sino que también reafirma su respeto por la historia y las tradiciones de la panadería.
Este nuevo galardón que lo coloca entre los 50 mejores panaderos de España no es solo un reconocimiento a su habilidad técnica, sino también a su dedicación por conservar y transformar el arte de la panadería en un mundo moderno. Jordi Morera ha demostrado que es posible equilibrar la tradición con la innovación, y su esfuerzo ha consolidado su posición como uno de los grandes referentes, tanto a nivel nacional como internacional.
Un futuro prometedor
Con este reconocimiento, Jordi Morera continúa fortaleciendo su reputación en el mundo de la panadería artesanal. Su capacidad para combinar métodos ancestrales con prácticas modernas ha captado la atención de expertos y aficionados por igual. Cada pieza de pan que sale de su horno es una muestra de su compromiso con la excelencia, la calidad y el respeto por los ingredientes naturales.
Este premio no solo celebra su habilidad, sino también su visión de futuro, donde la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente juegan un papel crucial. Jordi Morera es, sin duda, un referente del sector y su contribución a la panadería española seguirá marcando un camino a seguir para las futuras generaciones de panaderos.
