Recientemente, Eurogroup for Animals ha presentado una propuesta para prohibir las razas de pollos de rápido crecimiento en la Unión Europea. Esta iniciativa surge en respuesta a las crecientes preocupaciones sobre el bienestar animal, ya que estas razas, seleccionadas para crecer rápidamente, suelen sufrir diversos problemas de salud y bienestar. Eurogroup for Animals, una organización sin ánimo de lucro que agrupa a diversas asociaciones de protección animal en Europa, busca mejorar las condiciones de vida de los animales promoviendo políticas y legislaciones más estrictas.
La propuesta específica de Eurogroup for Animals es priorizar las razas de pollo de crecimiento más lento en la legislación europea, debido a que estos animales presentan mejores indicadores de bienestar. Los pollos de rápido crecimiento, por otro lado, enfrentan problemas de salud como dificultades para caminar, mayor agresividad y un índice de mortalidad más elevado. Estas características adversas contrastan significativamente con las de los pollos de crecimiento lento, que tienen una vida más saludable y menos dolorosa.
Actualmente, la directiva europea de 2007 que regula la cría avícola no prohíbe las razas de rápido crecimiento. Por ello, Eurogroup for Animals aboga por una revisión de esta normativa en el próximo mandato de la Unión Europea. Además, sugiere adoptar el Compromiso Europeo del Pollo (ECC), una serie de estándares mínimos de bienestar animal para la cría de aves. Esta revisión normativa pretende asegurar que los pollos puedan vivir de manera más cómoda y saludable, evitando problemas como el ‘síndrome de la pechuga de madera’, que afecta la textura y calidad de la carne.
Entre las propuestas de la ONG, destaca la solicitud de definir una lista de razas de crecimiento lento autorizadas, estableciendo un límite de crecimiento diario de unos 50 gramos
No obstante, esta propuesta ha encontrado la oposición de AVEC, la organización que representa al sector europeo de la carne de ave. AVEC argumenta que prohibir las razas de rápido crecimiento incrementaría el precio de venta de la carne de pollo y generaría problemas medioambientales.
Según un estudio publicado por AVEC, el coste de producción aumentaría en un 37.5% por cada kilo de carne de pollo, el consumo de agua subiría un 35.4%, y las emisiones de gases de efecto invernadero crecerían un 24.4%. Además, la producción total de carne de pollo se reduciría en un 44%, lo que podría dificultar satisfacer la demanda del mercado.
AVEC también advierte que el aumento de precios podría excluir a muchos consumidores del mercado de carne de pollo, favoreciendo la importación de carne de terceros países con regulaciones más laxas y prácticas prohibidas en la UE. Por ejemplo, en países como la India, las malas condiciones higiénicas en la avicultura se compensan con el uso de colistina, un antibiótico de último recurso, contribuyendo a la crisis mundial de resistencia a los antibióticos. La carne de estos países, de menor calidad, podría inundar el mercado europeo si los precios locales se disparan.
A pesar de estas preocupaciones, Eurogroup for Animals sostiene que es posible mejorar el bienestar de los pollos de engorde sin sacrificar la viabilidad económica. En algunos países de la UE ya se han implementado mejoras en el bienestar animal, demostrando que la transición es factible. Es crucial, según la ONG, equilibrar el bienestar animal con las consideraciones económicas y medioambientales al diseñar nuevas políticas avícolas comunitarias.