Un impulso en el portfolio de la D.O. Rueda
Hoy, la Denominación de Origen Rueda da un importante paso adelante con la incorporación de 8 nuevas variedades de uva: 6 blancas y 2 tintas. La inclusión de estas variedades, publicadas esta mañana en el Boletín Oficial de Castilla y León, es el resultado de años de trabajo entre bodegueros y viticultores, quienes han buscado adaptar al terreno diferentes tipos de uva para mejorar las características de los vinos que el mercado actual demanda. Algunas de estas uvas llevan plantadas en la región desde 1996, lo que refuerza su idoneidad para el terruño de Rueda.
Este avance subraya el carácter abierto e innovador de la D.O. Rueda, que busca satisfacer tanto a consumidores como a enólogos. Gracias a estas nuevas incorporaciones, los productores tendrán más herramientas para innovar en la creación de vinos, sin perder de vista la calidad que caracteriza a esta denominación.
Respondiendo a la demanda del sector
El presidente de la D.O. Rueda, Carlos Yllera, expresó su satisfacción por este logro, destacando que la modificación del reglamento responde a las necesidades de todos los actores involucrados en la producción de vino en la región. “Con esta modificación, atendemos las solicitudes de consumidores, bodegueros, enólogos y viticultores que llevaban tiempo pidiendo estos cambios”, afirmó Yllera. Además, subrayó el compromiso del Consejo Regulador por mantener el equilibrio entre la innovación y la tradición, recordando que Rueda sigue siendo un referente en la producción de vino blanco de calidad.
Nuevas variedades blancas principales: un cambio significativo
Dentro de las nuevas incorporaciones, destacan las variedades blancas Viura, Viogner y Chardonnay, que ahora se consideran principales, junto a las ya consolidadas Verdejo y Sauvignon Blanc. La Verdejo, variedad autóctona, sigue siendo el emblema de la D.O. Rueda a nivel internacional, pero la inclusión de nuevas variedades principales refleja la apertura hacia nuevas posibilidades en la elaboración de vinos blancos.
Estas uvas, anteriormente clasificadas como secundarias, tendrán un papel más relevante en la producción vinícola de la región, ofreciendo a los enólogos una mayor diversidad en sus elaboraciones. La ampliación de la categoría de variedades blancas principales permitirá a los bodegueros experimentar con nuevos perfiles de sabor y estilo, sin perder de vista la esencia de la D.O. Rueda.
Variedades secundarias y tintas: ampliando el abanico de posibilidades
Además de las nuevas principales, se suman al portfolio las variedades blancas secundarias: Garnacha Blanca, Gewüstraminer, Godello, Moscatel de Alejandría, Moscatel de Grano Menudo y Riesling. Estas variedades, aunque no tan prominentes como las principales, aportan matices únicos que enriquecerán la oferta de vinos de la región.
En el ámbito de las uvas tintas, la Cenicienta se convierte en una de las variedades principales, acompañando a la Tempranillo. Esta incorporación es el resultado de un estudio de recuperación de variedades históricas, llevado a cabo por el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACYL), en colaboración con destacados expertos como Sarah Jane Evans y Pedro Ballesteros (ambos Masters of Wine), Almudena Alberca y Ramón Francas.
Por otro lado, la uva Bruñal se incorpora como variedad secundaria en tintas, ampliando las opciones para los enólogos de la región. Este enfoque en la recuperación y valorización de variedades tradicionales refuerza la identidad de la D.O. Rueda, al tiempo que abre nuevas vías para la innovación en la viticultura.
Nuevas reglas para la elaboración de vinos
Con la modificación del reglamento, cambia también el porcentaje obligatorio de variedades blancas en la elaboración de los vinos. A partir de ahora, los vinos deben estar compuestos al menos en un 75% de las variedades principales, permitiendo hasta un 25% de las secundarias. Esta nueva regulación también ofrece la posibilidad de producir vinos con 100% de variedades principales, lo que permitirá explorar nuevas combinaciones y estilos dentro de la D.O. Rueda.
Esta ampliación del portfolio de la D.O. Rueda es un reflejo del compromiso de la región con la calidad, la innovación y la diversidad. Al integrar estas nuevas variedades, tanto blancas como tintas, Rueda no solo fortalece su posición en el mercado nacional e internacional, sino que también ofrece nuevas oportunidades para que enólogos y bodegueros exploren nuevas fronteras en la creación de vinos excepcionales.