El verdadero origen de las patatas bravas es un misterio, nadie consigue saber cómo nacen. En lo que sí coinciden todos los expertos gastronómicos es en que las patatas bravas se inventaron en Madrid a finales de la década de los 50, y empezaron a tener gran popularidad en los años 60 y 70, extendiéndose por todo el territorio español.
Salsa Brava Juana Madrid nace precisamente en 1963, en plena calle Alcalá. Es auténtica salsa brava que nace en un bar de tapas de Madrid, pero decide llegar a todos los hogares. Por eso Juana Madrid se reinventa y sale a la calle, combinando tradición (se lleva elaborando exactamente igual desde 1963) y vanguardia (a partir de la receta original han ido creando diferentes variedades).
Algunas razones para elegir esta salsa son lo bien que combina con todo (patatas, carnes, pescados, arroces, hamburguesas) y que está elaborada con ingredientes totalmente naturales (sin gluten ni lactosa). Además, la puedes encontrar con distinta graduación de picante, para todos los paladares.
Pero para sus fundadores hay muchas más razones, aquí tienes algunas para elegirlos:
- Porque Juana Madrid es lo que esperas que sea: una salsa brava de verdad, que nos recuerda a tertulias con amigos, domingos de aperitivo, o veranos de terraceo.
- Porque combina con todo, y a todas horas. Con patatas, carnes y pescados. En arroces, hamburguesas, perritos calientes, tacos y hasta con comida japonesa… No hay límites para Juana Madrid.
- Porque usan ingredientes totalmente naturales, sin espesantes extraños ni endulzantes químicos.
- Porque Juana Madrid NO TIENE GLUTEN (ni tampoco lactosa).
- Porque aunque la original es una, te ofrecemos variedades únicas y exclusivas con distintos grados de picante, para adaptarnos a tus gustos. Identifícalos en la etiqueta: una, dos o tres guindillas.
- Porque Juana Madrid está al alcance de todos.
- Porque Juana Madrid genera felicidad y transmite buenas energías. ¿Te apuntas a pasarlo bien?