Mujeres en Gastronomía nació hace 4 años como un movimiento de espíritu colaborativo e inclusivo con el fin de dar visibilidad a la mujer en la gastronomía. Su objetivo es respaldar el talento femenino, divulgar el conocimiento en un ámbito de igualdad y, además, crear un espacio de networking, cooperación y sinergias que impulse nuevos proyectos empresariales, académicos y científicos.
En la semana previa al Salón Gourmets, otra de las grandes citas gastronómicas de la capital, se presentó oficialmente la delegación de MEG Madrid con María Jiménez Latorre, cocinera y divulgadora gastronómica, al frente. Teresa Gutiérrez cocinera y propietariadel restaurante Azafrán en Villarrobledo, perteneciente a la directiva nacional y delegada de MEG en Castilla la Mancha fue la encargada de presentar y dar paso a su homónima en Madrid, María Jiménez Latorre.
La periodista Begoña Tormo fue la encargada de presentar y dirigir el acto, dando la bienvenida al casi centenar de asistentes recordando que MEG es una plataforma “para contactarnos, apoyarnos y ayudarnos” entre cocineras, hosteleras, profesoras, empresarias, sumilleres, productoras, periodistas, creadoras de contenido… unidas por la gastronomía.
María José Sam Román, presidenta de la asociación, recordó la importancia de MEG con la sensibilidad que la caracteriza, reflexionando sobre por qué no hay más mujeres visibles en la hostelería: “Si somos un 55% del sector, es preocupante que en la élite de la hostelería esto no se refleje” aseveraba en su intervención.
Durante el acto varias mujeres compartieron sus experiencias de éxito en el sector, incidiendo en la confianza en sí misma, así como luchar y perseverar por conseguir lo que te propones, paso a paso. Entre otras, Silvia García Guijarro, head sommelier del Mandarín Oriental Ritz y Mejor Sumiller del Año 2021 por Verema, contó cómo para ella, que se ha encontrado con muchos baches en el camino, poco a poco, luchando, lo consiguió. La alicantina Rocío Riquelme hacía 17 arroces a la vez y daba de comer a 70 comensales a diario en el restaurante familiar y cuando salía a la sala le preguntaban por su padre o su hermano… Ahora, además de seguir haciendo unos arroces de 10, tiene una asesoría, Adelante Gastronómica, con la que se mueve por toda España. La cocinera venezolana Adriana Urbina, contó su trayectoria desde una escuela de cocina en Caracas donde la llamaban ‘la princesita’ hasta triunfar en Nueva York tras haberse formado en restaurantes como Martín Berasategui o Mugaritz. Además, es la fundadora de Tepuy Collective, una plataforma para dar oportunidades, apoyar e impulsar a las mujeres.
Los testimonios terminaron con las reflexiones de Blanca García Henche, profesora e investigadora de la Universidad de Alcalá, que está llevando a cabo un estudio junto al profesor Pedro Cuesta sobre el papel de la mujer en la gastronomía con cerca de 500 encuestadas. En él se subraya la necesidad del asociacionismo y el uso de las redes sociales para darse visibilidad, así como el hecho de que la mayoría de las mujeres que ostentan cargos de gestión es porque ellas son emprendedoras de sus propios negocios. Tras las intervenciones en el salón del magistral Palacio de Santoña, espacio cedido por la Cámara de Comercio de Madrid, se disfrutó de un cóctel servido por su Escuela de Hostelería con productos traídos por MEGs de todo el territorio: bacalao de El Barquero; panes, mortadela y quesos de Negrini; AOVE de Almazaras de la Subbética, patatas San Nicasio; quesos Ruperto; panes variados de 3 Letras PAN; caldos de caldero Punta Aljibe; y vermuts de Bocamanga, vinos de Las Moradas de San Martín y por supuesto, cervezas Mahou y aguas de Solán de Cabras.
Sin duda un evento que sirvió para dejar claro que existe mucho talento femenino, mujeres en todos los ámbitos del sector que han llegado lejos gracias a su esfuerzo.
